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Volpino italiano, el “zorrito” rescatado en la década de los ochenta

Volpino italiano
Volpino italiano
Trisha Shears/CC BY-SA 3.0

Este simpático ejemplar llamado volpino italiano remonta sus orígenes al año 4.000 a.C. y es uno más de los descendientes que los Spitz europeos dejaron sobre el planeta. Las cortes italianas supieron adorarlo hasta el punto de idolatrarlo, pero las modas pasan y el volpino cayó de su podio de forma paulatina y nada se supo de ellos después del año 1965. Hoy en día incluso los propios italianos pueden llegar a desconocer esta raza de perros propia de su país.

Personalidades como Miguel Ángel lo adoptaron como perro de compañía mientras realizaban sus creaciones artísticas o gobernaban los reinos de Italia.

Volpino significa “zorrito”, nombre que se explica perfectamente cuando vemos el parecido del volpino italiano con un pequeño zorro.

Fue en la década de los ochenta que el Kennel club italiano se puso en campaña para hacer posible la recuperación de la raza y lograr que los hogares volvieran a acogerla como sucedía siglos atrás.

El programa fue un éxito y hoy muchas son las familias que gozan de la compañía de un perro que tiene mucho para dar.

Aspecto general, características del volpino italiano

Debido a que la longitud de su cuerpo es igual al alto de su cruz, el volpino tiene un perfil cuadrado. La conformación de su cuerpo es compacta y mantiene una delicada armonía en su conjunto. Es una raza de perros pequeña no superando en altura a la cruz los 30 cm.

Su cabeza tiene forma de pirámide y el cráneo es más largo que el hocico. De su frente sobresalen fuertes y bien esculpidos huesos, los cuales se precipitan de forma perpendicular sobre la base de la nariz.

El volpino italiano cuenta con una trufa negra siempre húmeda y con las fosas nasales abiertas. Su hocico tiene forma puntiaguda y el labio superior descansa sobre el inferior formando una línea recta.

La fortaleza de su mandíbula es baja, pero está muy bien formada y su hilera de blancos dientes está perfectamente alineada.

Es dueño de unos ojos muy abiertos y de tamaño promedio. Su color es marrón oscuro y el borde del iris es siempre negro.

Sus orejas son como dos erguidos triángulos de inserción bien alta, ya que el cartílago que las sostiene es rígido. Las orejas miden la mitad de lo que mide su cabeza. La cara interna de estas miran hacia el frente.

El manto que cubre al volpino italiano es bien tupido, de pelo largo y muy erizado. No se admite que sea lacio y su textura es áspera. Los dos colores deseables son el blanco y el rojo, ambos unicolor, aunque también puede aceptarse el color marfil.

Personalidad y carácter del volpino italiano

Este es un perro muy vivaz, energético, alegre, afectuoso e inteligente. Le gusta mucho la vida familiar, pero suele se desconfiado con extraños y no es tan fácil que acepte a otras mascotas si es que estas se incorporan después de su llegada.

Sin embargo, es posible revertir este instinto defensivo mediante la socialización de este ejemplar. De modo que apenas tenga las vacunas que se requieren cuando son aún unos pequeños cachorritos, lo integraremos a otros animales en el parque y le presentaremos a las personas que nos vienen a visitar. No es una buena idea encerrarlo cuando vienen visitas, ya que el volpino italiano no merece ser considerado un perro agresivo. Hay que darle la oportunidad de que saque lo mejor de sí, incluso con los extraños.

Todo lo que queramos enseñarle a nuestro “zorrito” casero, lo haremos mediante el refuerzo positivo, jamás mediante castigo alguno.

En el núcleo familiar, su relación con los más pequeños de la familia es excelente y ni hablar de lo bien que se lleva con su amo.

Si bien es un perro de guardia, su tamaño le impide concretar sus intenciones de defensa. De todas maneras, nunca está de más que nos avise acerca de la proximidad de personas que no esperábamos.

Cuidados del volpino italiano

Gracias a su buena salud no es un perro con problemas inherentes a su raza en sí misma, pero sí puede que sufra de caída de dientes, displasia de cadera y algún problema digestivo. También es posible que sus orejas y ojos, si no son correctamente higienizados, generen infecciones.

Es preciso cepillar su manto con doble pelaje como mínimo tres veces por semana. El baño puede tener lugar dos veces al año, pero también se lo puede bañar más seguido. El volpino italiano resiste muy bajas temperaturas gracias a dicha capa exuberante de pelo, pero no se lleva nada bien con el calor.

Es indispensable saber que el volpino italiano no es una raza para vivir a la intemperie, sino que debe hacerlo dentro de la casa.

Por último, la actividad física es primordial en esta raza de perros, ya que su falta puede generarles un innecesario e indeseable sobrepeso. Si bien siempre son bienvenidas las caminatas, el tamaño del volpino italiano hace posible que la actividad física que necesita pueda obtenerla dentro de la vivienda de la familia si es que no es demasiado pequeña.


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